25 de abril de 2010

Qué utópico me parece no pensar en la distopía. Por Jorge Matute Asencio


En un mundo que se permite el lujo de montar un sistema donde millones de niños son explotados a diario para satisfacer la demanda de los pocos que componemos el primer mundo, ¿no estamos muy, pero que muy cerca de la distopía?.
Millones de niños viven trabajando de sol a sol desde que tienen tán solo 3 años de vida, para fabricar pelotas, juguetes, calzado, vestimenta y un sinfin de productos más que luego nosotros consumiremos sin más. Y todo ello sin que ningún derecho repercuta en estos niños, ni a la educación, ni a la sanidad, ni a una buena alimentación, ni a una vivienda digna. En definitiva, no tienen derecho a ser personas. ¿No son esas pautas de comportamiento una reproducción exacta de lo que ocurría en la edad media entre los señores feudales y sus siervos?.
Como bien dice la canción, cada uno de nosotros somos un eslabón más de esta vergonzosa cadena.

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